Historia de Granada
El legado histórico de Granada presenta huellas íberas, romanas, nazaríes y cristianas. Conoce el apasionante pasado de la ciudad de la Alhambra y descubre su presente más alternativo.
El origen del nombre de Granada se remonta al siglo XI, cuando los ziríes trasladaron la capital de su reino de Medina Elvira a Medina Garnata. El significado etimológico de esta nueva denominación podría venir del latín, haciendo referencia a la fruta de la granada granatum, o del árabe gar-anat, “ciudad de peregrinos”.
Fundación de Granada
La primera población de la que se tiene constancia en Granada son los íberos. Esta civilización protagonizó los primeros asentamientos en la ciudad en el siglo VII a.C.
En el año 180 a.C., las tropas romanas conquistaron la zona, la rebautizaron como Ilíberis y obtuvieron el reconocimiento de esta como municipio por el emperador César. Tras varios siglos de dominación romana, los visigodos tomaron el control de la ciudad en el siglo V, que ganó importancia civil y militar. Como consecuencia del continuo crecimiento de la población, se levantaron numerosos edificios de carácter civil y se construyó una muralla.
Sin embargo, este muro defensivo no consiguió frenar a las tropas bereberes que cruzaron el estrecho de Gibraltar en el año 711 e invadieron la Península Ibérica. Ya bajo dominio musulmán, Granada pasó a llamarse Ilbira o Elvira.
Edad Media y reino zirí
Entre los siglos VIII y XI, Córdoba adquirió gran importancia mundial, eclipsando a núcleos vecinos como Granada. Desde la creación del Emirato de Córdoba hasta la disolución del Califato, el territorio que ocupaba Granada quedó prácticamente despoblado.
Los constantes ataques a los reinos cristianos en la Península provocaron una revuelta en la capital de al-Ándalus que puso fin al califato de Córdoba, dando lugar a los primeros reinos de taifas. A partir de este momento, Granada pasó a ser gobernada por una familia bereber llegada del norte de África: los ziríes. El fundador de esta nueva dinastía en Granada fue Zawi ben Ziri.
En los noventa años de gobierno zirí se construyó parte de la antigua muralla de Granada y se levantó la Alcazaba Cadima en el Albaicín. Hoy permanece en pie una de sus torres.
En el año 1090, nuevas revueltas dieron paso a los segundos reinos de taifas y la ciudad quedó bajo el control de los almorávides, que levantaron las Torres Bermejas y la Puerta de las Pesas. Los almohades les arrebataron el poder en 1154 y también dejaron su huella en la ciudad amurallando el terreno que hoy alberga el barrio del Realejo.
Finalmente, en 1238, las tropas de Muhammad Ibn al Ahmar conquistaron la ciudad y la historia de Granada entró en su etapa nazarí.
El reino nazarí de Granada
El nuevo reino nazarí (1238-1492) se extendió por Granada, Almería, Málaga y Cádiz. Gracias al pago de tributos y a su estratégica situación geográfica, protegido por Sierra Nevada y conectado por mar con el Magreb, el reino de Granada logró mantener cierta paz con los reinos cristianos de la península.
Este pequeño emirato ganó importancia como núcleo comercial y acogió a los musulmanes que huían de los territorios conquistados por los cristianos. En esta etapa de esplendor se levantó el monumento más importante de Granada y reflejo vivo del paso de los nazaríes por la ciudad: la Alhambra.
El rey Alhamar comenzó su construcción y no fue hasta mediados del siglo XIV cuando la Alhambra finalmente adquirió el aspecto que presenta hoy en día, dividida en la alcazaba, la red urbana que la rodea y los palacios.
Durante los más de dos siglos de dominación nazarí, el reino de Granada vivió una época de grandeza cultural y artística sin precedentes, con una fuerte cultura islámica que ha quedado latente en muchos de sus monumentos.
Sin embargo, los conflictos con los cristianos se volvieron cada vez más intensos y la inestabilidad política se hizo latente.
La Guerra de Granada y el fin de la Reconquista
A finales del siglo XV, el reino nazarí de Granada era el último reducto musulmán que quedaba en pie en la Península Ibérica. Durante 250 años, los veinte monarcas de este emirato habían logrado mantener a raya a los reinos cristianos vecinos a base de acuerdos comerciales y pago de tributos.
Pero tras la unión de las coronas de Castilla y Aragón en 1474, la presión de los reinos cristianos sobre el reino de Granada se hizo casi insostenible y las tropas de los Reyes Católicos rodearon la ciudad.
La contienda militar se prolongó durante diez años en los que el reino de Granada perdió todo su poder comercial y económico y quedó a merced de sus adversarios. Las tropas cristianas sitiaron la ciudad hasta que Boabdil, el último rey nazarí, firmó las Capitulaciones de Granada el 25 de noviembre de 1491 y entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos.
El 2 de enero de 1492, las tropas cristianas entraron en la ciudad protagonizando la famosa Toma de Granada y la Península Ibérica quedó completamente bajo el dominio cristiano.
Aunque las capitulaciones recogían la libertad de culto y el respeto a todas las religiones, la realidad fue muy distinta. Pocos meses después de la conquista de la ciudad, los musulmanes y los judíos fueron forzados a convertirse al cristianismo. Muchos abandonaron la península y otros se convirtieron en moriscos o conversos.
Desde entonces, el reino de Granada se consagró como un importante núcleo cristiano hasta la organización territorial por provincias en 1833.
Granada en la Edad Moderna y la Edad Contemporánea
Uno de los momentos más importantes de la historia de Granada y que marcaron el inicio de la Edad Moderna fue el encuentro de Cristóbal Colón con los Reyes Católicos. El 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, un documento que recoge el acuerdo alcanzado entre los monarcas y el almirante genovés para financiar el viaje a las Indias.
En los siglos XV y XVI, se llevó a cabo un proceso de “castellanización” de Granada. Se derribaron las mezquitas y se construyeron nuevas iglesias y edificios tan representativos como la Capilla Real, la Catedral y el Palacio de Carlos V.
Durante los siguientes siglos, la ciudad se llenó de arte barroco y recuperó parte de su esplendor. Sin embargo, la sangría demográfica se apoderó de la ciudad y Granada perdió peso en el panorama nacional durante los siglos XVIII y XIX.
En el siglo XX, importantes artistas de la talla de Federico García Lorca o Manuel de Falla plasmaron en sus obras la belleza auténtica de Granada.
Historia de Granada en el siglo XXI
En los últimos años, Granada se ha convertido en la ciudad universitaria del sur de España por excelencia, con más de 80.000 estudiantes del panorama nacional y de otros países. El carácter hippie de Granada ha enamorado tanto a los jóvenes como a los más mayores que visitan la ciudad de la Alhambra.
Granada es sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla; así como de la Biblioteca regional, el Centro de Documentación Musical de Andalucía y otras instituciones.
Su escudo municipal mantiene el título de «muy noble, muy leal, nombrada, grande, celebérrima y heroica ciudad de Granada».